sábado, 24 de septiembre de 2016

Las apariencias




Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
«todo es según el color
del cristal con que se mira»

Ramón de Campoamor

Las apariencias, a menudo, engañan

Esopo


-Buenas, ¿es aquí el club de las apariencias?
-Por supuesto, caballero.
-Verá, hace tiempo decidí dedicarme a la política, me gané el corazón de la gente y triunfé en unas elecciones prometiendo un montón de cosas que jamás cumplí; incluso hice lo contrario de lo prometido. En mi trabajo pongo todo mi empeño en aparentar ser un buen profesional, el mejor, pero solo busco forrarme de pasta a toda costa. A mís amigos y familiares les repito lo muchísimo que los aprecio, pero en realidad solo me acuerdo de ellos para lo que me interesa, y cuando me necesitan me hago el loco. Y a mi pareja siempre le hago ver que la quiero, que ando enamoradísimo de ella, aunque lo cierto es que cualquier día de estos me cansaré y la dejaré con alguna excusa barata.
-Vaya, desde luego es usted todo fachada, podría ser incluso nuestro presidente. Lástima que esto en realidad no sea ningún club de las apariencias pero, ¿a que da el pego?




viernes, 9 de septiembre de 2016

Sobre la ética (o su ausencia)




Recuerdo que en el cole había que elegir entre clase de ética o de religión, y que la segunda ganaba por goleada. Me decía hace tiempo mi amigo Javier que Dios es muy humano. Pienso que la ética, en cambio, es completamente inhumana. Por eso muchos millones de personas tienen muy presente siempre a algún dios, mientras que la ética ni está ni se la espera en este mundo.